Candidiasis en los loros
¿Qué es?
La candidiasis se produce por una levadura del tipo de los hongos “candida albicans”. Este hongo afecta principalmente el aparato digestivo de las aves principalmente boca, garganta y buche. En algunas ocasiones esta también podemos encontrarla en la piel del ave, causando una dermatitis por micosis.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Pérdida de apetito: sienten molestias en la cavidad bucal debido a las inflamaciones que tiene en la misma. Incluso estas lesiones afectan alrededor del pico formando ulceras en la comisura del mismo. Estas tienden a alimentarse de alimentos más blandos como la pasta de cría o fruta. Y dejan de comer alimentos más duros como el pienso y la mixtura.
- Vómitos/regurgitaciones: el buche al estar inflamado (iglubitis) provoca malas digestiones. Estas malas digestiones provocan los vomitos y las regurgitaciones. El vomito y las regurgitaciones pueden presentar un aspecto espumoso.
- Si abrimos su pico podremos observar unas membranas de color blanco, que se desprenden cuando intentamos tocarlas o quitárselas.
- Diarrea: Las heces se vuelven más liquidas y frecuentes. Este es uno de los síntomas más comunes y más visibles de esta enfermedad.
- Cuando el hongo “candidiasis” afecta a la piel esta se muestra más rojiza, y en algunas ocasiones sangra. Ya que el ave no para de picarse en la zona afectada. Incluso llega a arrancarse las plumas de la zona, quedando un hueco con calvicie.
- Las aves afectadas se encuentran más somnolientas, muy decaídas y con las plumas ahuecadas.
- Cuando dejan de comer, estas pierden peso rápidamente.
- Cuando afecta a las patas, las aves tienen más dificultad para apoyarse en perchas/palos.
¿Cómo se transmite?
La transmisión de la candidiasis se produce a través de la ingestión de alimentos contaminados por el hongo.
Una vez el ave ya está contaminada (enferma) esta transmite la enfermedad a través de sus heces. Estas heces pueden contaminar el agua de los bebederos o incluso la comida de los comederos.
La candidiasis también puede aparecer después de tratamientos muy largos con antibióticos.
Si detectamos que un ave está afectada por candidiasis, de inmediato debemos aislarla.
Tratamiento
El tratamiento de esta enfermedad es bastante complejo. Con lo cual, en cuanto veamos cualquier síntoma de esta enfermedad debemos acudir a un veterinario especializado en exóticos para que nos indique cual sería su tratamiento, ya que tratado desde su primera fase hay más posibilidades de cura y recuperación.
Se pueden tomar las siguientes medidas:
- Administrar antifúngicos como Mycostatin (nistanina), Ketoconazol, etc. Los tratamientos suelen ser de larga duración (uno o dos meses) para evitar recaídas.
- Aplicaremos glicerina yodada sobre las lesiones.
- Administrar Yoduro potásico en el agua del bebedero durante varias semanas.
- Administraremos un buen complejo vitamínico para ayudar a su recuperación.
- Debemos ser muy escrupulosos con la alimentación. La alimentación debe ser variada y equilibrada, con piensos, semillas y pastas de alta calidad. Sin olvidar las frutas y verduras.
- Administrar fermentos lácteos específicos para aves (no confundir con leche)
- Los antibióticos están contraindicados, aunque en algunas ocasiones es recomendable durante los primeros días de tratamiento aplicar un antibiótico de amplio espectro, por si la enfermedad se hubiera complicado o extendido.
- En caso de candidiasis ligera se recomienda una solución 2-4ml. de Clorhexidina al 2% en un litro de agua bebida.
- Administrar en el agua del bebedero compuestos acidificantes como acido cítrico para inhibir el desarrollo de los patógenos.
¿Cómo prevenirla?
- Debemos ser escrupulosos en la higiene del aviario o jaula.
- Evitar el uso prolongado de antibióticos.
- Administrar varias veces al año vitaminas sobretodo (Vitamina A y B)
- Evitar ante todo situaciones de strees como viajes largos, lugares con animales depredadores (gatos), un cambio de residencia, etc.
- La alimentación de nuestras aves debe ser variada, siempre administrando alimentos frescos y limpios.
Esperamos que con estas recomendaciones podaís prevenir su contagio, y en caso de detectarlo, sin duda os aconsejamos acudir a un veterinario especializado con urgencia.